Si pudiera darle la mano a Neil Gaiman

Hoy quiero hablar de Neil Gaiman. Muchos no sabréis quien es, a otros quizás les suene. Pero todos los que han tenido el placer de leer algo suyo lo adoran. Yo la primera.

Este autor británico, que siempre viste de negro y que adora a los gatos, ha escrito novelas como American Gods y Los hijos de Anansi; relatos cortos que ha ido agrupando en Humos y Espejos y Objetos Frágiles o cómics como la aclamada The Sandman, que aún no he tenido el placer de leer (moriré en el infierno por impía, lo sé) ; y ha realizado colaboraciones como en Buenos presagios (la historia es la misma que en la peli de La Profecía pero en humor del bueno) junto a Terry Pratchett. Además algunas de sus obras han dado el salto a la gran pantalla, véase, Coraline (cuyo libro es catalogado para niños y os aseguro que si me lo hubiera leído en mi tierna infancia ahora mismo sería una persona trastornada) y Stardust.

Me he leído casi todo lo que se le ha publicado en el idioma de Cervantes excepto El día que vendí a mi padre por dos peces de colores (no hay narices de encontrarlo), Neverwhere y The Sandman (y seguro que me dejo alguno más)

Ahora, este mismo mes (19/10/2009), se estrena en las librerías de España, The Graveyard Book (El libro del cementerio), editado por Roca y ganador del premio Hugo 2009 entre otros. Además ya está confirmada la película para 2011. El libro va de un recién nacido que, justo después del asesinato de sus padres a manos de un serial killer, llega gateando a un cementerio donde es criado por fantasmas y otros seres incorpóreos.

A todos aquellos que hayan pasado por delante de un libro de Gaiman y hayan huido despavoridos por las portadas poco favorecedoras de sus libros (excepto las novelas y los libros de relatos cortos, todos poseen unas portadas muy infantiles) os digo: ¡no tengáis miedo!, cogédlo, leédlo y no os arrepentiréis.

En serio, este tío es un crack.